El grupo de investigación Bionanotecnología del Carbono de CIC biomaGUNE, dirigido por Maurizio Prato, ha demostrado que los nanotubos de carbono pueden ayudar a recuperar la actividad motora en ratas con lesiones medulares. Estos nanotubos actúan como cables artificiales, permitiendo que las neuronas se reconecten. Actualmente, el proyecto se encuentra en fase preclínica, con el objetivo de restaurar funciones motoras y sensoriales en humanos. El Consejo Europeo de Investigación (ERC) ha otorgado financiación para desarrollar imágenes precisas de la conectividad neuronal, lo que ayudará a avanzar en la viabilidad técnica y económica de la técnica. El proyecto podría pasar a ensayos clínicos tras probarse en animales grandes.
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